La curiosidad de los adolescentes por el sexo es legítima y fisiológica. El problema, sin embargo, se refiere a los canales de información elegidos, que no siempre son apropiados.
En cuanto se entra en la adolescencia, se desarrolla inmediatamente cierta curiosidad por el sexo. Para muchos adolescentes es esencial averiguar toda la información posible, si se puede incluso antes de los 14 años. Lo importante es intentar saber siempre más que los compañeros para parecer que se domina el tema.
El problema, sin embargo, es que muchos jóvenes confían en canales de información que en realidad no son tan educativos en este sentido. Evidentemente, esto puede tener graves repercusiones en sus actividades sexuales e incluso provocar consecuencias no deseadas (pensemos en embarazos precoces).
Muchos jóvenes de secundaria y bachillerato recurren principalmente a la red para comprender las principales dinámicas relacionadas con el sexo. Hasta 1 de cada 2 recurre a esta fuente. Sólo el 12% pregunta a sus amigos, que antaño desempeñaban un papel fundamental en la información relacionada con la sexualidad.
A pesar de ello, el pensamiento de los jóvenes, independientemente de su sexo, es que debe ser la escuela la que se ocupe de la educación sexual. Hasta un 48% son de esta opinión, según los datos de una encuesta. Por otra parte, tener un conocimiento real de la esfera sexual no es sólo una cuestión de practicidad.
De hecho, también es fundamental prevenir estilos de vida y hábitos que pueden estar relacionados con la aparición de ciertas patologías reproductivas en la adolescencia. Si no se lleva a cabo una buena prevención a una edad temprana en la edad adulta, uno podría enfrentarse a condiciones de hipofertilidad o esterilidad y, por tanto, excluir la posibilidad de tener hijos.
Afortunadamente, cada vez hay más iniciativas en las escuelas destinadas a educar a los jóvenes desde una perspectiva sexual. Las familias también deben desempeñar un papel importante. No se puede asumir que el sexo es tabú o algo que hay que ver con vergüenza. Forma parte de la vida de las personas y es bueno aprender a familiarizarse con él desde pequeños, para que al crecer se puedan tomar las decisiones adecuadas y no abordar esta dinámica de forma superficial. En resumen, todos los componentes educativos deben desempeñar su papel para ayudar a los jóvenes a comprender este mundo de la mejor manera posible.