Trabajar demasiado destruirá tu mente, aunque no lo creas: como todo el mundo

 

adicción al trabajo
adicción al trabajo

Cuando trabajar se convierte en una adicción, deja de ser una actividad que aporta a nuestro bienestar.

De hecho, a largo plazo podemos caer en el síndrome de Burnout debido al trabajo, aunque al comienzo haya sido entusiasmante haciendo nos sentir vivos y productivos.

La buena noticia es que, siguiendo algunos unos sencillos consejos, se puede evitar caer en la adicción al trabajo e incluso ser más productivo que cuando se quiere exagerar. Y en este artículo veremos cómo hacer frente a una adicción cada vez más frecuente en nuestros días.

Adicción al trabajo: cómo se desarrolla

Según un estudio realizado en 2016 y publicado en la revista estadounidense ‘Plos One’, la adicción al trabajo puede convertirse en una adicción al mismo nivel que una adicción a los opiáceos,

Un efecto positivo es que consigue tratar la ansiedad y la depresión a través del empleo, que hace que el trabajador se sienta productivo y ocupado, en lugar de deprimido.

Sin embargo, el comportamiento típico de aquellos que utilizan el trabajo como si fuera una droga, consiste en dedicar al trabajo tiempo que deberían dedicar solo a sí mismos.

Un ejemplo de ello es el trabajador que, durante sus necesidades fisiológicas, se encierra en el baño y consulta el correo electrónico del trabajo, sin parar de trabajar un instante.

Como consecuencia, la ansiedad y la depresión que en este caso se tratan de irremediablemente a la hiperactividad laboral y al Burnout, una especie de agotamiento mental. Por tanto, empeorará la situación.

Para salir de esta situación existe un método, solo hay que seguir unos pequeños consejos.

Burnout: es prohibido caer en él

Para evitar caer en el síndrome de burnout hay que seguir esencialmente tres pasos.

El primer consiste en analizar cómo utilizamos nuestro tu tiempo. En este sentido, es útil anotar las actividades realizadas durante:

  1. El trabajo
  2. Los mandados que realizas
  3. El tiempo libre.

Debes denominar cada sección de tus notas según las tres categorías mencionadas, anotando el tiempo que dedicas a cada una de las tres actividades y seguido, detenerte en tu estado de ánimo.

De todas nuestras actividades, deberemos subrayar o resaltar aquellas que nos hicieron sentir mejor y nos brindaron una mayor sensación de bienestar.

De este primer análisis, podemos detectar por lo menos dos aspectos:

  • Cuánto nos esforzamos por negar la realidad;
  • Qué actividades nos gustan más cuando no estamos trabajando.

Tiempo de inactividad: debemos programarlo

El error de todo adicto al trabajo es considerar las actividades no laborales como «placeres», pasando por alto el gran efecto beneficioso que estes tiempo de inactividad tienen sobre nuestra salud mental.

De hecho, al igual que las reuniones de trabajo, las actividades no laborales deben programarse, y hay que respetarlas como si se tratara de un compromiso laboral.

Cómo estructurar el tiempo libre

«¿Qué haces en tu tiempo libre? Sobre todas las cosas, lo programo». Sí, deberías hacerlo, porque si ese tiempo estás demasiado inactivo, pueden entrarte ganas de volver a trabajar, o empezar a frecuentar compulsivamente las redes sociales.

tiempo libre programado
tiempo libre programado

El tiempo libre puede planificarse del mismo modo que las actividades obligatoriamente necesarias: hay que escribir una lista de tareas pendientes, marcando todas las actividades de ocio que te hacen sentir mejor.

Una vez realizadas estas sencillas actividades, comenzará nuestro proceso de curación del síndrome de adicción al trabajo. En cualquier caso, recuerda que el consejo es mantener siempre estos valiosos comportamientos para llevar una vida sana y tranquila.