¡Sabor explosivo en cada bocado! Descubre las cerezas: pequeñas y llenas de sabor

Cerezas – Freepik

Las cerezas son frutas deliciosas y versátiles, ricas en nutrientes y beneficiosas para la salud. Descubre sus maravillas.

El verano trae frutas únicas al frutero, ampliando nuestras opciones culinarias y sabores. Las cerezas, pequeñas y rojizas, tienen un sabor dulce y refrescante. Su origen es desconocido, pero se cree que surgieron en el área entre el mar Negro y el Caspio, extendiéndose a Asia y Europa en la época romana. Los griegos, llamándolas «kerasos», las disfrutaban en recetas y para desintoxicar el cuerpo.

Las cerezas y las picotas pertenecen al género «prunus». Aunque se parecen mucho, las picotas se distinguen por su ausencia de rabito. Son más pequeñas, crujientes y dulces en sabor, y esto puede confundir a los consumidores.

En la actualidad, existen numerosas variedades de cerezas, cuyos nombres reflejan su origen, tiempo de maduración, polinización y forma de floración. Las principales son las cerezas dulces (Prunus avium), las cerezas ácidas o guindas (Prunus cerasus) y las variedades híbridas como la duke. Todas estas variedades poseen un valioso contenido nutricional, que las hace saludables y atractivas.

Las cerezas son una fuente de carbohidratos simples, como la fructosa, sacarosa y glucosa. A pesar de esto, su contenido calórico es moderado, con aproximadamente 65 kcal por cada 100 gramos consumidos.

Llena de fibra y vitaminas

Las cerezas son una excelente fuente de fibra, que desempeña un papel crucial en la función intestinal, la pérdida de peso, la prevención de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Además, ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre y el colesterol.

Las cerezas son ricas en vitamina C, fundamental para fortalecer el sistema inmunológico, prevenir enfermedades y combatir el envejecimiento debido a su poder antioxidante. También contienen folatos, tiamina (vitamina B1) para el crecimiento celular y provitamina A, que protege la salud ocular y previene la ceguera nocturna.

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Aprovecha su temporada porque en agosto les decimos adiós

La temporada de cerezas abarca desde mayo hasta julio o agosto, por lo que es importante no perder la oportunidad de disfrutar de sus beneficios. Al elegir las cerezas, debemos tener en cuenta que no maduran después de la cosecha, ya que no son climatéricas. Por lo tanto, los recolectores deben seleccionarlas en el momento adecuado y los consumidores deben optar por frutas de color rojo intenso, piel firme y brillante, sin imperfecciones ni manchas.

La corta temporada de las cerezas a menudo limita su consumo individual, pero en la cocina ofrecen muchas posibilidades. Pueden añadir un toque dulce e innovador a los gazpachos, y en helados, mermeladas, compotas y postres como tartas, natillas, flanes o gelatinas. También se complementan bien con fondue de chocolate y crumble.