¿Cuánto afecta a la factura el consumo de un ventilador: más o menos que el aire acondicionado?
El calor del verano empuja cada vez a más gente a buscar el frescor con la ayuda de aparatos como los ventiladores. Pero, ¿te has preguntado alguna vez cuánto afecta esto a tus facturas?
Cuando el calor se hace insoportable, es esencial reducir la temperatura del hogar, quizá con la ayuda de un ventilador. Ciertamente, estos aparatos pueden no figurar entre los sistemas de refrigeración más eficientes, pero son una alternativa viable y más saludable a los aparatos de aire acondicionado, que consumen mucha energía.
En el mercado se pueden encontrar distintos tipos de ventiladores, como de pie, de mesa, de techo o con atomizador, y cada modelo tiene su propio consumo.
Pero, ¿cuánto consume un ventilador encendido h/24? Intentemos entender cuál puede ser la factura si el ventilador está encendido día y noche, evitando así sorpresas desagradables a final de mes.
Cuánto consume un ventilador
Para combatir las altas temperaturas del verano, muchos prefieren utilizar un ventilador. Al fin y al cabo, son mucho más baratos que los aparatos de aire acondicionado. Además, y no es poco, un ventilador enfría la habitación de forma más natural, simplemente moviendo el aire con el movimiento de las aspas. Pero, ¿en qué medida afecta el consumo de un ventilador a la factura?
Como ya hemos dicho, los ventiladores pueden tener diferentes consumos en función de la potencia del modelo. En general, podemos decir que un ventilador consume de media entre 50 y 100 vatios por hora. Así pues, para calcular el consumo de tu aparato, basta con multiplicar la potencia (que suele venir indicada en la etiqueta energética) por el número de horas que está encendido y, a continuación, multiplicar el resultado por el coste por kWh. Para hacernos una idea, un ventilador consume entre 50 y 100 W por hora. Por lo tanto, un aparato encendido durante 12 horas costará de media entre 25 y 60 céntimos de euro, según el contrato de energía suscrito. También hay que tener en cuenta que el ventilador puede regularse a distintas velocidades y, evidentemente, consumirá en proporción a ellas.
Sin embargo, siguiendo algunos pequeños trucos, es posible reducir aún más los costes de su factura. Por ejemplo, es importante prestar atención a la colocación del aparato. Colocar el ventilador en una esquina de la habitación garantiza una mejor ventilación, sobre todo cuando las ventanas están cerradas y las persianas bajadas. También puede ser útil orientar el ventilador hacia arriba o hacia abajo. De este modo, aunque no se produzca un impacto directo con el chorro de aire, la sensación de frescor aumenta considerablemente.