Controlar el azúcar en sangre, la hipertensión y el colesterol con una bebida: existe desde siempre

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bebida/ finanzamoney.it

Es una bebida totalmente natural que tiene muchos beneficios y propiedades beneficiosas, pero cuidado con abusar de ella. 

No estamos hablando de ninguna poción mágica que prometa efectos milagrosos, sino de una bebida totalmente natural elaborada a partir de la fermentación de la sidra o el mosto de manzana. A estas alturas, los entendidos ya se habrán dado cuenta de que nos referimos al tan querido y discutido vinagre de sidra de manzana. Este condimento tiene realmente increíbles beneficios en su interior, pero esto se debe a sus propiedades características que son muy importantes para el organismo.

Su fermentación nos protege: el vinagre de manzana se fermenta en barriles de madera, que luego se transforman en sidra gracias al Acetobacter. Esta bacteria está normalmente presente en nuestro organismo y estas Acetobacterias ejercen una acción desintoxicante sobre nuestra flora bacteriana, ayudándola a combatir las bacterias malas causantes de las disfunciones intestinales más comunes, incluida la colitis.

Sus propiedades lo convierten en una panacea indiscutible: dentro de una botella de vinagre de sidra de manzana encontramos un líquido más turbio que el vinagre clásico e increíblemente bajo en calorías. Sólo 100 ml bastan para obtener una buena dosis de potasio, además de sodio, zinc, magnesio, hierro y calcio. El 90% de esta bebida es agua y los hidratos de carbono y azúcares son mínimos.

A estas alturas te estarás preguntando por qué este maravilloso vinagre es muy importante para el colesterol, la hipertensión y el correcto nivel de azúcar en sangre, ahora te lo explicamos.

Vinagre de manzana: numerosos beneficios, entre ellos la reducción del azúcar en sangre, el colesterol y la hipertensión

El vinagre de sidra de manzana también es famoso para perder peso, pero ¿por qué? Sencillo, puede calmar la sed, desinflamar, regularizar los intestinos y acelerar el metabolismo, al tiempo que libera al organismo del exceso de toxinas. Ejerce una acción mineralizante sobre el pH de la sangre y la orina y regula los niveles de azúcar en sangre. Si se toma antes de las comidas, ralentiza la liberación de glucosa en el torrente sanguíneo y reduce la presencia de insulina en la sangre. De hecho, se reducen los niveles de colesterol y el riesgo de enfermedades cardiovasculares. El vinagre de sidra de manzana también es naturalmente rico en potasio, indispensable para nuestro sistema nervioso. Esta bebida es capaz de activar las enzimas que oxidan los ácidos grasos en la sangre, lo que favorece la tensión arterial. Dadas sus innumerables propiedades, ¿cómo puedes utilizar este vinagre en tu dieta diaria?

vinagre de manzana
vinagre de manzana/ finanzamoney.it

El vinagre de manzana se utiliza para condimentar platos y ensaladas. Tiene un regusto muy característico y es muy ligero. Se recomienda utilizar vinagre ecológico y sin pasteurizar, ya que las acetobacterias que se utilizan para la fermentación son cicatrizantes y desintoxicantes, excelentes en el caso de las dietas de adelgazamiento pero también como simple acción depurativa. Para un efecto más funcional y de la forma más completa, se recomienda tomar una cucharadita 10 minutos antes de las comidas durante la primera semana, y aumentar a dos o tres cucharaditas en las semanas siguientes. A pesar de que este vinagre es una verdadera bendición, es importante no abusar de él.

De hecho, no debe tomarse más allá de las dosis indicadas y durante periodos prolongados. Aunque está indicado para diversos tipos de tratamiento, hay que señalar que existen casos en los que es realmente perjudicial. Tomarlo durante un tiempo prolongado puede provocar daños en el esmalte de los dientes. El vinagre de sidra de manzana contiene ácido que baja el PH. También puede dañar el esófago debido a la excesiva cantidad de ácido con la que entra en contacto. Además, no es apto para quienes padecen osteoporosis porque, si se abusa de él, disminuye los niveles de potasio, reduciendo la densidad ósea. Tampoco se recomienda su uso en casos de diabetes con trastornos tiroideos y quienes utilicen fármacos anticoagulantes. Las reacciones secundarias más frecuentes son náuseas, problemas digestivos, ardor de estómago, erupciones cutáneas y reacciones alérgicas. Si suenan una o más de estas alarmas, no se recomienda su uso continuado.