Descubrimientos, este manuscrito no se puede traducir: podría cambiar el mundo
Un misterioso manuscrito lleva años desafiando a arqueólogos y académicos, expertos en lenguas antiguas y glotólogos. Averigüemos juntos de qué se trata.
¿A quién no le gustaría ser como Indiana Jones? Sombrero en la cabeza, látigo/lazo en la mano, pistola al cinto y, sobre todo, muchas, muchas aventuras que vivir por los medios más temerarios. En realidad, el trabajo del arqueólogo, popularizado como nunca por Indiana Jones, es inmensamente más tedioso: implica, la mayoría de las veces, surcar zonas enteras de excavación durante horas, días y semanas, en busca de minúsculos fragmentos de huesos, vasijas y otros restos de presencia humana.
Pero de vez en cuando puede producirse el descubrimiento del siglo que revoluciona un poco todo; incluso en el mundo real, puede suceder legítimamente un momento «Indiana Jones» y es un espectáculo admirable, hermoso. Descubrir algo nunca antes descubierto, una gema entre las gemas. Merece toda nuestra atención, hay poco que podamos hacer al respecto.
¿De qué se trata? ¿Qué tesoros se han encontrado? Nos referimos esta vez a un libro muy extraño, digamos «bizarro». Una obra inescrutable, cuyo misterio aún no ha sido desvelado. Un manuscrito misterioso, habría que escribir. Es el libro de Voynich.
El libro -del que poco se sabe con certeza- fue encontrado en Estados Unidos y escrito en el siglo XV, a finales de la Edad Media. Hoy se conserva en la biblioteca de Yale, por lo que ha permanecido en Estados Unidos. La datación por carbono lo sitúa entre 1404 y 1434, escrito en caracteres latinos.
¿Por qué es tan «misterioso» el manuscrito Voynich?
Pero, ¿por qué es tan extraño el manuscrito? Se trata de un volumen de 240 páginas con una colección de palabras, personajes inventados y representaciones de sabor ocultista que nadie puede descifrar. Todo el libro es un gigantesco enigma, una obra escrita en caracteres cifrados que nadie puede comprender.
Lo único cierto hasta ahora es cómo el manuscrito representa diversos rituales esotéricos; hay dibujos fantásticos y monstruosos que representan la botánica, las mujeres y las estrellas. Incluso hoy, con la ayuda de la tecnología moderna, el manuscrito sigue siendo «inexpugnable», un verdadero enigma.
Entre las muchas opiniones – fantasiosas – hay quienes creen que fue escrito por el filósofo empírico Roger Bacon, quienes lo atribuyen nada menos que a Leonardo da Vinci y quienes lo consideran obra de la secta herética de los cátaros. Todo son inferencias, todo son construcciones fantasiosas: el manuscrito es y sigue siendo un enigma.