¿Qué hay en la ensalada? Cuidado con los gérmenes y bacterias de las verduras
Qué hay detrás de las ensaladas en bolsa: lo malas que son comparadas con los productos naturales recién recolectados.
Una dieta sana implica el consumo constante y abundante de fruta y verdura. Las verduras son saludables y proporcionan a nuestro organismo un importante aporte. Sin embargo, no todo el mundo acostumbra a comprarlas en las fruterías o en los departamentos de frutas y verduras de los supermercados, sino que a menudo se opta, al menos en los productos que lo permiten, por las variantes envasadas en bolsas.
Comprar alimentos envasados nunca es lo mismo que alimentos naturales recogidos de la huerta, por supuesto. Pero, en particular, las verduras en bolsa traen consigo una larga lista de malos rumores que las clasificarían como alimentos básicamente poco saludables. Pero, ¿cuál es, a todos los efectos, la diferencia entre una ensalada embolsada y una comprada fresca?
Encuesta realizada en Suiza: resultados
En el mercado suizo se llevó a cabo una encuesta en la que se analizaron 20 muestras de ensaladas envasadas en bolsas y el resultado mostró que, en al menos el 50% de las muestras examinadas, el nivel de gérmenes y bacterias en el interior del envase era significativamente superior a la norma aceptable. Así, hasta la mitad de las ensaladas no cumplían los niveles de higiene exigidos, con presencia de moho, bacterias y gérmenes de diversos tipos.
No obstante, los expertos tranquilizaron a los compradores ante el, aunque triste, descubrimiento, ya que, aunque evidentemente no es deseable consumir un producto con un nivel de higiene especialmente bajo, no supondría un riesgo importante para la salud. Sólo en un caso concreto, un tipo de ensalada ecológica en bolsa, Naturplan, se detectó aparentemente la presencia de listeria. Esto sí que sería muy peligroso, especialmente para el organismo de las personas mayores y las que padecen enfermedades que debilitan el sistema inmunitario, o incluso para las embarazadas.
Consejos
Independientemente de lo que hayan descubierto los científicos suizos, el consejo es siempre comprar productos frescos, y ello al menos por dos buenas razones:
- en un producto fresco se utilizan menos conservantes y menos productos químicos para conseguir la conservación del producto embolsado;
- comprar productos frescos evita muchos residuos de papel y plástico que se utilizan para envasar las ensaladas. Así que sería una opción ecológica que reduciría el impacto medioambiental.